Tener una cultura del contenido consiste en incorporarlos al día a día de la empresa, como un recurso de valor. También significa aplicar la cultura empresarial y su personalidad a todos los contenidos que se generan para darles coherencia sin importar el departamento que los hace.
A diferencia de hace unos años, cada vez hay más empresas que incorporan la gestión de contenidos en su día a día porque tienen una tienda online, actualizan su blog con regularidad, mantienen una presencia constante en redes sociales, envían notas de prensa o actualizan su catálogo de servicios cada año. Seguramente es tu caso, pero esto no significa que ya tengas una cultura del contenido. Solo implica que reconoces los contenidos como un elemento de valor para relacionarte con tus audiencias y que confías en recuperar la inversión que te supone dedicar recursos a la gestión de contenidos. Es una buena base sobre la que construir, pero hace falta algo más.
Una empresa tiene una cultura del contenido si cuenta con:
- Un responsable que represente a los contenidos.
- Una estrategia de contenidos documentada.
- La implicación de todos los trabajadores.
- Una gestión global del ciclo de vida del contenido.
- Un proceso de innovación aplicado a los contenidos.
Extracto de la introducción del libro «Cultura del contenido«, disponible en Amazon (papel y Kindle).
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